Cuando empiezas a trabajar en una empresa e inicias un nuevo trabajo, debes saber que hay cosas que están implícitas y no tienen por qué decírtelas. Son cosas simples, obvias, de abc pero que a veces no se tienen en cuenta, piensas que porque no te las dicen, pues no cuentan, no son importantes o no pasa nada.

1 La puntualidad es el Santo Grial en tu empresa.

¡En tu empresa y en todas vaya! No conozco a ningún negocio que le guste que sus empleados lleguen siempre tarde y les guste recibir además quejas de sus clientes por este motivo.

La falta de puntualidad repetida y constante en el tiempo no demuestra más que la falta de responsabilidad y seriedad de la persona.

Además es una falta de respeto sobre el resto de compañeros de la empresa que sí cumplen con sus funciones y entre ellas la de llegar puntual.

2 Actitud y trabajo.

Debes hacer tu trabajo con dedicación, esmero y realizando el esfuerzo necesario. Y tu actitud debe ser productiva, positiva y responsable. Tu jefe no te lo va a recordar porque es algo que tiene que salir de ti pero que con el tiempo, es posible que tu actitud y productividad disminuyan, por lo que debes motivar tu actitud y productividad para que no decaigan.

3 No siempre se acordará de las tareas que realizas.

Lamentablemente para el empleado, muchas veces pasan desapercibidas cosas que hacemos bien o que no resultan fáciles de hacer. Lo peor parar el empleado que no recibe ninguna palmada en la espalda felicitándolo por su buen hacer y gestión de la tarea realizada.

Además de ti, tu jefe cuenta con más personal en la empresa e incluso tiene sus propios cometidos en la misma, por lo que en muchas ocasiones no sabe qué tareas estás haciendo o solucionando, o simplemente, arrastrado por el día a día y el estrés, no recae en que los empleados necesitan ser recomendados con una felicitación o palmadita en la espalda; reconociendo su labor y eficacia.

4 Dejar a un lado las emociones.

En el trabajo puedes encontrar como trabajador muchos momentos tensos en los que existen discusiones o confrontaciones por situaciones diversas. Aquí la clave está en separar las emociones y sentimientos en el trabajo. No hay que permitir que esto afecte a la persona. Todos podemos tener un mal día pero tenemos que tener la mente fría y separar esa situación aislada.

5 La necesidad del “ofrecimiento”.

Tu jefe no vendrá a pedirte que te involucres en proyectos e iniciativas cada vez que haya una. Es importante que te ofrezcas, que salga de ti y que colabores con los demás o tomes la iniciativa de algunas tareas o proyectos. Esto te beneficiará en el futuro además de convertirte en una persona de confianza y colaboradora.

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